18/4/09

Del "marquismo" al "desmarque"


Las marcas siempre han sido parte de nuestra cultura, nos han diferenciado, nos han calificado, nos etiquetan, dan información a cerca del que las lleva. Desde el punk que lleva o llevaba las John Smith o las Yumas, hasta el que lleva Chanel, Dior o cualquier otra marca de lujo. Las marcas nos afectan a todos, a algunos más que otros, sobre todo a aquellos que forman parte del mundo de la publicidad y los que vamos a formar parte.

Desde hace ya unos años, sobre 1991, aparecieron una clase de marcas diferentes. Unas marcas producidas por las otras marcas ya existentes y etiquetadas bajo el nombre del que hasta el momento solo se dedicaba a vender productos, no a crearlos. Las denominadas marcas blancas, al principio despertaban una cierta desconfianza en el consumidor ya que muchos ponían en tela de juicio su calidad. Pero la evolución en los hábitos de consumo y la situación económica de los consumidores han elevado los índices de consumo de éstas hasta límites insospechados.

Por ejemplo, Suiza se sitúa a la cabeza del consumo Europeo de este tipo de marcas ya que más de la mitad (53%) de los productos que compran sus habitantes son de marcas blancas. España se sitúa por debajo de otros países como Italia (entre el 40% y el 50%) pero aún así el consumo global de este tipo de productos de línea blanca ya ha superado al consumo de los productos de marca.

Como consecuencia de este descenso en el consumo de productos de marca los anunciantes invierten menos en publicidad (los datos del 2009 hasta Marzo hablan de un descenso en los medios tradicionales de un 13%), y si se invierte menos en publicidad los medios dejan de hacer caja. Por esto hemos podido ver una serie de campañas lanzadas por los propios medios con la intención de favorecer el consumo de productos de marca:

  • El caso de Cuatro:



  • El caso de Telecinco:



Espero de todo corazón que estas campañas surtan efecto, por la cuenta que me trae ya que las únicas marcas que no invierten en publicidad son las blancas. A su favor debo decir que la calidad es competitiva y su precio muy atractivo en comparación a los costes desmesurados que llegaron a alcanzar algunos productos de marca, convirtiéndose casi en auténticos productos de lujo.

1 comentario:

Señor Werty dijo...

Hombre, parece que vuelves a actualizar esto, me alegro.

sau2